miércoles, 27 de noviembre de 2013

Bako Touré "La gacela de Bamako"

El primer gran jugador que dio Mali al deporte rey y antecesor del mítico Salif Keita. Ambos coincidieron varios años en el combinado nacional y llevaron a "Las Águilas" a un subcampeonato en la Copa de África de 1972. Bako desarrolló la mayor parte de su trayectoria en Francia, dejando una buena cifra de tantos en todos sus clubes. fue un delantero ágil, veloz, poderoso físicamente y de gran oportunismo en el área. Se le conoció con el sobrenombre de "El hombre negro".

En su estancia en el OM
Inició su carrera en el ASPTT de su localidad natal y en el curso 1956-1957 se marchó al Juana de Arco de Bamako. Allí inaugura su palmarés con la Copa de la AOF conseguida frente al ASEC Abidjan, gracias en parte a sus goles durante el torneo y a los dos logrados en la prórroga de semifinales. Varios ojeadores franceses se fijaron en él y a la conclusión de la campaña hizo las maletas con destino el ASPPT Niza. No dura mucho en la ciudad de la Costa Azul y da el primer gran salto de su carrera en 1958 al fichar por el Olympique de Marsella. Debuta en Primera de la mano del técnico Jean Robin y en 31 encuentros anota 8 goles, en una temporada donde el conjunto marsellés finaliza colista y baja de categoria. Bako no acompañó al equipo a Segunda y ficha por el Toulouse. Los blanquivioletas culminan un excelente año y ocupan el 5º lugar de la tabla, con el delantero maliense perforando las redes en 9 ocasiones. Unos meses más tarde sufre una grave lesión que le tiene de baja más de un año cuando acababa de fichar por el Nancy. Al recuperarse se va cedido durante dos campañas al Toulon y al Limoges de la Ligue 2 en los que marca 12 y 15 tantos respectivamente, alejando los fantasmas de su estado físico y mostrándose plenamente recuperado. Con la entidad de Limousin en una tarde para el recuerdo liquida al Nantes con cuatro goles y el mister de los canarios José Arribas apunta su nombre en letras grandes en su libreta. En 1964 regresa al Nancy y un curso más tarde el Nantes se hace con sus servicios para los dos próximos cursos. En un plantel donde coincide con futbolistas como Gabriel de Michele, Philippe Gondet, Bernard Blanchet, Jacques Simon o Robert Budzynski se proclaman campeones de Liga al superar al Girondins en dos puntos y también de la Supercopa obtenida al derrotar por 4-2 al Rennes. El curso venidero revalidan el título liguero con una clara superioridad sobre todos sus rivales y llegan a la final de Copa en la que caen por 1-0 frente al Estrasburgo. El mismo camino siguen en la Supercopa ante el Stade de Reims de un veterano Raymond Kopa mientras que en la Copa de Europa el futuro finalista, el Partizan de Belgrado, les apea en la primera fase por un global de 4-2. En su última campaña en el Nantes, en 1966-1967, apenas participa y su siguiente destino fue el Ajaccio. Consigue 9 tantos que sirven al cuadro corso para liderar la Ligue 2 y promocionan a la máxima categoria del fútbol francés. Con el objetivo de mantenerse realizan una gran labor y terminan en  mitad de la tabla con un Touré con 8 tantos en su haber en 22 choques. Esta fue la temporada de su adiós en la élite del balompié galo y en 1968 se enrola en las filas del AJ Blois. Juega durante cuatro campañas y al volver de la Copa de África en 1972 compatibiliza el cargo de entrenador-jugador hasta 1975, año en que se retira definitivamente


Olympique de Marsella 1958
Limoges 1962-1963















Nantes 1966
Ajaccio 1967-1968

















Con la Selección de Mali participó en la Copa de África de Naciones de 1972 celebrada en Camerún. Fijo para el técnico alemán Karl-Heinz Weigang, partió como titular en todos los duelos del torneo. En la primera fase el equipo maliense quedó emparejado con Kenia, Camerún y Togo, finalizando en segundo lugar de la liguilla con 3 puntos. Empató a tres frente a los togoleses con un gol de Bako, a uno contra los kenianos e idéndico resultado se dio en el choque frente a "Los Leones Indomables". En semifinales eliminaron a Zaire en un disputadísimo encuentro que se tuvo que resolver en la prórroga. Al término de los 90 minutos se llegó con igualdad a tres goles, con un tanto incluido de Touré, y en el tiempo extra una diana de Keita metió a Mali en la gran final. En ella se vieron las caras con el Congo que había eliminado a su vez a la anfitriona Camerún. El enfrentamiento celebrado en el estadio Omnisports de Yaoundé tuvo como ganador a los congoleños tras imponerse por 3-2, pese al tanto inicial de "Las Águilas".

Al acabar su periplo como futbolista y técnico del AJ Blois regresó a su país y tomó las riendas del Stade Malien de Bamako. A continuación se centró de lleno en sus negocios y en el complejo hotelero que tenía cerca del antiguo aeropuerto de Bamako (Hamdallaye).

Su hijo José Touré también fue un célebre futbolista e internacional por Francia en 19 ocasiones entre 1983 y 1989. Conocido como "El Brasileño" militó en el Nantes, Girondins de Burdeos y Mónaco.

Falleció en Bamako tras una larga enfermedad el 28 de Abril de 2001 a los 61 años.


viernes, 22 de noviembre de 2013

Juan Araujo "El gol del alirón sevillista"

Figura legendaria del Sevilla F.C., militó en el conjunto hispalense durante diez temporadas  y tuvo el honor de marcar uno de los tantos más importantes de la historia de la entidad. Sucedió en 1946 y gracias a ese gol el cuadro sevillano pudo conquistar por primera y única vez hasta ahora la Liga española de fútbol. Nacido el 24 de Noviembre de 1920 en La Carolina, provincia de Jaén (España), fue un delantero centro muy potente y goleador. De gran físico, fuerza, contundencia y olfato de gol, su principal virtud era el remate de cabeza. Se le conoció cariñosamente como el "Pato" por su estilo al correr.

Remontadas y muchos goles en los Real Madrid-Sevilla
Araujo regatea al portero madridista Adauto en 1949
Inició su carrera en el Sevilla de aficionados y en 1943 se marchó en calidad de cedido al Xerez CF, que por entonces se encuentra en Segunda División. En el conjunto xerezano permanece durante dos campañas y en 1945 regresa a las filas del Sevilla, esta vez para jugar en el primer equipo. En su primera campaña con los blanquirrojos se hace un hueco en el once de Moncho Encinas y sus actuaciones son claves para lograr el campeonato de Liga, logrando 11 dianas incluidos sendos dobletes al Atlético Aviación y Athletic Club de Bilbao. El Sevilla tiene una dura pugna con el F.C. Barcelona y Athletic Club durante todo el torneo y no es hasta la última jornada cuando se decide el campeón. El 31 de Marzo de 1946 es una fecha marcada para la institución sevillana, día en que pisaron Les Corts para jugarse el título ante el club culé y en su propio feudo. Aquella tarde la histórica alineación que sacó el técnico Encinas fue la compuesta por Busto, Joaquín, Villalonga, Alconero, Antúnez, Eguiluz, López, Arza, Araujo, Herrera y Campos. En el bando rival figuraban futbolistas de la talla del arquero Velasco, Curta, los hermanos Gonzalvo, Escolá o el ariete César. El Sevilla salió a realizar su partido, olvidándose de la brillantez y el juego bonito y primando por encima de todo la efectividad y la sencillez. De este modo llegó el histórico tanto de Araujo en el minuto 7, en su mejor especialidad, el remate de cabeza. El gol supuso una gran losa para los blaugranas que debían de remontar y ganar el choque para poder conquistar la Liga. Se mostraron nerviosos y agarrotados y al intermedio se llegó con 0-1. En la reanudación el F.C. Barcelona salió con más mordiente y el empate llegó por medio de Bravo en el minuto 63. Los últimos veinte minutos fueron una prueba para la defensa y el corazón de los sevillistas, repelieron con firmeza los acercamientos y los disparos lejanos azulgranas y tras hacer sonar su silbato Pedro Escartín cantaron el alirón. Pocas semanas después el palo a los catalanes fue doble tras apearles de la Copa por un global de 8-1. En Nervión vencieron por 8-0 con cinco tantos de Herrera, dos del "Pato" y uno de Campos y en la vuelta ya con poco en juego se perdió por 1-0. Posteriormente el Valencia les eliminó en semifinales.
Las temporadas venideras en Liga no se luchó por el título pero la Copa del Generalísimo dio otra alegría a los aficionados. En la edición de 1948, ya con Patricio Caicedo en el banco, levantaron el trofeo tras derrotar en Chamartín al Celta por 4-1, en lo que significaba el tercer título copero para la entidad. En el camino hacía la final se deshicieron de la Real Sociedad en semifinales, CD Castellón en cuartos y Athletic Club en octavos. Precisamente en esta eliminatoria Araujo fue expulsado tras agredir a "Piru" Gaínza y se perdió el resto del torneo al ser castigado con 5 partidos de sanción.
En el curso de 1950-1951 se volvió a la pelea por la Liga en una temporada en la que llegó a la plantilla un jugador que marcaría una época, Campanal II. Con él en la zaga junto a la columna vertebral del equipo campeón en 1946, vivieron un intenso duelo con el Atlético de Madrid. Araujo realizó un gran papel con 19 goles en su haber, firmando soberbios duelos como el disputado ante el Alcoyano al que anotó 4 dianas o frente al Real Madrid donde firmó dos. Además fue protagonista en el enfrentamiento clave del campeonato en la última jornada frente a los colchoneros. El Sevilla necesitaba vencer por dos goles de diferencia y al Atlético le bastaba con el empate. Con 1-1 en el marcador le fue anulado un gol al "Pato" al señalar el linier que el balón antes de centrar Ayala  había salido por la línea de fondo. El choque finalizó en tablas y el Sevilla fue subcampeón.
En las últimas campañas de Araujo en el Sevilla se combinaron grandes cifras de tantos como en 1952 y 1955 donde consiguió 20 y 16 goles ligueros respectivamente con otras más discretas como las 5 dianas en 1954. El Sevilla ya no peleaba las Ligas y muchas de sus esperanzas las depositaba en la Copa. Fue en 1955 cuando el torneo del K.O. les otorgó otra posibilidad de triunfo al presentarse en la gran final. Después de eliminar consecutivamente a la Cultural Leonesa, Valencia y Real Madrid al que endosaron un 5-0 en Nervión, tuvieron como contrincante por el entorchado al Athletic Club. Juan Araujo siguió con su maldición en este torneo y esta vez fue una lesión la que le impidió ser alineado por Helenio Herrera. En un duelo muy igualado Ignacio Uribe desequilibró la balanza a falta de veinte minutos y los bilbaínos ganaron por la mínima.  
Araujo dejó la entidad de Nervión tras el curso 1955-1956 con un bagaje entre todas las competiciones de 242 partidos y 160 goles, lo que le sitúan en el tercer lugar de mejores realizadores de la historia del club. Fichó por el Córdoba que militaba en Tercera División y tras dos años en las filas blanquiverdes (con un ascenso a Segunda incluido) retornó a jugar al Xerez. Allí con 37 años colgó definitivamente las botas en 1958.


Sevilla campeón de Liga en 1946
Córdoba 1956-1957




Xerez 1957-1958

Con la Selección española jamás fue convocado, coincidió en su época con grandes delanteros como Zarra, Mundo o César que le cerraron el paso al combinado nacional.

En 1954 obtuvo el Premio Patricio Arabolaza como el jugador que mejor representaba el espíritu de la Furia Española y en el homenaje que le tributó el Sevilla también recibió la medalla al Mérito Deportivo. Se celebró el 10 de Mayo de 1956 en Nervión y tuvo como rival al Os Belenenses portugués que sucumbió por 4-1.

Sus hijos también fueron profesionales del balompié y mientras que Juan Felipe militó en Elche, Mallorca o Xerez, Ángel jugó en el Hércules de Alicante.

Falleció a los 81 años en Sevilla el 4 de Noviembre del 2002.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Willington Ortiz "La perla de Tumaco"

En el país cafetero está considerado uno de los mejores jugadores colombianos de la historia  junto con Víctor Aristizábal, Faustino Asprilla, Efraín 'Caimán' Sánchez y Carlos 'Pibe' Valderrama. Además la IFFHS le eligió en decimoséptima posición de los futbolistas sudamericanos más destacados en el siglo XX. Nacido el 26 de Marzo de 1952 en Tumaco (Colombia), fue un delantero completísimo. Jugador muy veloz, dotado de gran técnica y excelente regate, tenía un magnífico golpeo con ambas piernas y era un buen pasador. Se le conoció con el apelativo del "Viejo Willy".

Willington marca ante River
Descubierto cuando era niño por el sacerdote Félix Escota, su primer equipo fue el Atlético Girardot y de ahí pasó a la cantera de Millonarios en 1971. Debutó un año más tarde con gol incluido en un amistoso ante Internacional de Porto Alegre y ese mismo curso obtiene su primer título como profesional con la consecución de la Liga colombiana. Millonarios dirigidos por Gabriel Ochoa fue primero en el Torneo Apertura y segundo en el Torneo de Finalización. Por ello se disputó un desempate entre el conjunto azul, Deportivo Cali y Junior donde salieron vencedores tras sumar 5 puntos (1 victoria y 3 empates). En aquel plantel de Millonarios destacaban futbolistas de la talla de Alejandro Brand, Jaime Morón, Julio Edgar Gaviria o Arturo Segovia. Los dos años posteriores participaron en la Copa Libertadores con un papel excelente. En 1973 superaron a Deportivo Cali en el grupo D y ocuparon la tercera posición en la segunda fase con Independiente de Avellaneda y San Lorenzo como rivales. En 1974 realizaron una gran primera ronda, lideraron la tabla por delante de Atlético Nacional y las escuadras venezolanas de Portuguesa FC y Valencia FC. En semifinales con Sao Paulo y Defensor de Lima como contrincantes pelearon por un puesto en la final pero se quedaron a dos puntos de lograrlo. La clave fue la derrota en la última jornada en Morumbi por 4-0 frente al cuadro brasileño. Mientras en el campeonato liguero tras lograr un subcampeonato en 1973, llegó otro en 1975 donde fueron superados por Santa Fe en el hexagonal por el título. Regresaron al máximo torneo continental en 1976 aunque esta vez el trayecto fue corto al no pasar de la primera ronda. Ya no estaba Ochoa en la parcela técnica y durante unos meses los cambios de entrenador se convirtieron en una costumbre, sentándose en el banquillo Humberto Ortiz, Rubén Sole, Jorge Solari, de nuevo Gabriel Ochoa o Jaime Arroyave. En 1978 se contrató al argentino Pedro Dellacha, un antiguo jugador argentino integrante del famoso equipo de los "Carasucias". Con él volvieron los triunfos y en dicha campaña otro Campeonato colombiano llegó a las vitrinas de la entidad de Bogotá. Tras la disputa del Apertura y el Finalización se organizaron unos cuadrangulares en los que Millonarios terminó en segundo lugar en el grupo B. A continuación en el torneo final se mostró muy superior a Deportivo Cali, Atlético Nacional y Santa Fe y con 9 puntos alzó el trofeo. Willington Ortiz fue clave en ese entorchado en una temporada en la que jugó a gran nivel, estando muy bien acompañado por el máximo goleador del equipo Juan José Irigoyen, Alonso López, Jaime Rodríguez, Daniel Onega o el veterano Jaime Morón. Unos meses más tarde el delantero de Tumaco cayó lesionado tras una dura entrada y se marchó a Deportivo Calí que pagó 13 millones de pesos por el traspaso. Había rumores también de equipos españoles interesados en su fichaje pero finalmente permaneció en su país. En la institución verdiblanca tiene grandes actuaciones y después de ser el máximo goleador de la plantilla en el curso de 1980, hace historia en el estadio Monumental de Buenos Aires en la Copa Libertadores de 1981. Logra un precioso tanto tras una magnífica galopada y Deportivo Cali vence por 1-2, lo que le da el liderato del grupo y el pase a la siguiente fase. Ahí se cruza con Flamengo que le impide el pase a los partidos por el título pero la trayectoria de los Azucareros en la competición es muy meritoria. Su carrera en Deportivo Cali finaliza en 1983, momento en que firma por el máximo rival América de Cali. Con los Diablos Rojos rápidamente se hace un hueco en un club que dominaría el fútbol colombiano los siguientes años. Allí los títulos son una constante, coincide de nuevo con Gabriel Ochoa y tiene como compañeros a Julio César Falcioni, Ricardo Gareca, Anthony de Ávila, Juan Manuel Battaglia, Hernán Darío Herrera o Alexander Escobar. Se logra la Liga en 1983 por delante de Junior, con Ortiz como segundo máximo goleador con 22 tantos, 1984 tras superar a Millonarios y 1985 y 1986 al hacer lo propio con Deportivo Cali. En la Copa Libertadores mientras tanto buscan con ahínco el trofeo pero la suerte les es esquiva. Llegan a la final durante tres ediciones consecutivas pero Argentinos Juniors por penaltis, River Plate y Peñarol después de un desempate les dejan sin la oportunidad de alzar el trofeo. El "Viejo Willy" colgó las botas al término del curso en 1988 y el 15 de Marzo de 1989 se le rindió un emotivo homenaje. Tuvo lugar en un amistoso ante Nacional de Montevideo y el alcalde de la ciudad de Cali le entregó la Medalla al Mérito Deportivo: Alberto Galindo Herrera.


América de Cali 1983
Millonarios 1978











Selección de Colombia 1985
Deportivo Cali 1980












Con la Selección de Colombia fue internacional en 49 ocasiones con 12 goles en su haber. En las categorías inferiores formó parte del equipo que acudió a los Juegos Olímpicos de Munich en 1972. Allí el cuadro dirigido por Todor Veselinovic cayó en la liguilla después de perder ante la RDA y Polonía y vencer por 3-1 a Ghana. Su debut con la absoluta se produjo el año siguiente en un amistoso ante Alemania del Este que se impuso por 0-2 en El Campin. Su gran espina en todos sus años como internacional fue no poder participar en ningún Mundial de fútbol, estuvo inmerso en cuatro clasificaciones pero en ninguna de ellas Colombia logró el billete. La primera para el Mundial de Alemania 1974 fue Uruguay quien lideró el grupo número 1 y les dejó sin pasaporte, la siguiente para el Mundial de Argentina 1978 Bolivia comandó la clasificación en el grupo 2, la tercera valedera para el Mundial de España 1982 el equipo peruano les superó por dos puntos y la última que otorgaba el pase para el Mundial de México 1986 Paraguay en la repesca se impuso por un global de 4-2. Los únicos torneos internacionales de prestigio que disputó el "viejo Willy" fueron las ediciones de la Copa América en 1975 y 1979. En la celebrada en 1975 fue un fijo y ayudó a Colombia a terminar primeros del grupo C con 8 puntos, por delante de Paraguay y Ecuador. En semis se vieron las caras con Uruguay y tras imponerse por 3-0 en casa con un tanto suyo y caer por la mínima en Montevideo, se plantaron en la gran final. El contrincante era Perú y después de las victorias de cada combinado en su país hubo que disputarse un desempate en Caracas. En el estadio Olímpico de la UCV una diana de Sotil mediado el primer tiempo dio el título a La Blanquirroja. El segundo torneo continental tuvo lugar cuatro años más tarde y la actuación del equipo cafetero fue breve y discreta. No pasaron de la liguilla inicial al finalizar en segunda posición empatado a puntos con Chile y sumar tres más que Venezuela. Ortiz se despidió de la Selección en 1985, en un duelo clasificatorio para el Mundial de 1986 ante Paraguay, donde anotó un tanto en el triunfo por 2-1 en el estadio Pascual Guerrero de Cali.

Al finalizar su carrera ha trabajado como técnico en varios equipos juveniles. Se ha sentado en el banquillo de América en el que conquistó la Primera C (Tercera División en el fútbol colombiano) en 1996, Millonarios o la Selección colombiana sub17 con la que logró alzar el torneo Odesur en 1994. Posteriormente ha tomado las riendas del Colegio Richmond o la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP). En Bogotá tiene una Escuela de Fútbol con su nombre en el que entrenan a chicos de 4 a 17 años.

Además ha participado como actor en alguna serie de televisión y a comienzos de siglo fue elegido miembro de la Cámara de Representantes de Colombia, donde ejerció como delegado de las comunidades afrocolombianas.


martes, 19 de noviembre de 2013

Mister Pentland y Mister O´Connell "Los misters"

Mister Pentland con su famoso bombín

La llegada de Frederick Beaconsfield Pentland en 1920 a España supuso un soplo de aire fresco al fútbol de nuestro país. Sus ideas y métodos modernizaron el estilo de juego que se hacia hasta la fecha e impulsaron una nueva forma de jugar al deporte rey a través del pase corto. En aquel momento primaba el fútbol directo, el pelotazo, la bravura o la tan conocida furia española, que tuvo su momento álgido en los Juegos Olímpicos de Amberes con José María Belauste y su comentario en pleno encuentro "¡A mí el pelotón, Sabino, que los arrollo!". La concepción de Pentland difería mucho de las anteriormente mencionadas, el quería tener la posesión del balón, una circulación rápida, que los jugadores combinasen y que el esférico estuviese más tiempo rodando por el césped que yendo por el aire de un lado a otro. Para ello retrasó la posición de los interiores en la WM y en los entrenamientos semanales escondía la pelota a los jugadores si se había perdido el duelo anterior. La razón era bien sencilla, de esta forma estaban deseando que llegase el siguiente encuentro para poder tocar el cuero y el hambre de balón iba en aumento con el paso de los días.

CARRERA COMO FUTBOLISTA

Su trayectoria como jugador se desarrolló única y exclusivamente en las Islas Británicas. Nacido el 29 de Julio de 1883 en Wolverhampton (Inglaterra), fue un extremo derecha ágil, rápido y magnífico centrador que en sus diez años en la élite pasó por  7 equipos diferentes. Comenzó en el Blackpool en 1903 pero unos meses después se marchó al Blackburn Rovers donde pasaría 3 campañas. Entre 1906 y 1908 jugó para el Brentford F.C. y el Queens Park Rangers hasta que con 25 años fichó por el Middlesbrough, equipo en el que dio sus mejores prestaciones y ello le sirvió para ser convocado con el combinado nacional en 5 ocasiones. Debutó en la edición del Campeonato Británico de 1909 frente a Gales y además también participó en otro partido del mismo torneo ante Escocia y en 3 amistosos contra Hungría en dos ocasiones y Austria. Se retiró en 1913 después de haber disputado los dos últimos cursos con el Halifax Town y el Stoke City.

INICIOS EN EL BANQUILLO

La Selección Olímpica de Alemania confío en sus servicios para dirigir al conjunto teutón a partir de 1914 pero el inicio de la I Guerra Mundial cancelo este proyecto. Siguió viviendo en Alemania y durante el conflicto bélico se dedicó a entrenar a varios equipos militares hasta la conclusión de la guerra. Su siguiente destino fue la Selección francesa a quien entrenó en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920. En la segunda fase eliminaron a una buena Selección italiana con Renzo de Vecchi o Virginio Rosetta en sus filas y posteriormente cayeron en semifinales ante Checoslovaquia dejando un buen sabor de boca.

LLEGADA A ESPAÑA

El primer equipo al que entrenó en territorio español fue al Racing de Santander. Llegó en 1920 y se le hizo un contrato altísimo para aquella época, cobraría 1.000 pesetas al mes durante nueve meses y un partido de beneficio. Sin embargo, el Athletic de Bilbao le echó el ojo rápidamente y dejó la tierra santanderina para trasladarse a la capital del "Bocho". En 1922, el Conde de Vilallonga le sedujo con 1.500 pesetas al mes más la recaudación de un partido amistoso e inició su primera etapa como técnico del conjunto vasco, que duraría un total de tres campañas. A raíz de su llegada el término "Míster" se hizo más común para denominar a los entrenadores, una vieja costumbre que sigue vigente hoy en dia. El cuadro rojiblanco, por entonces amateur, estaba estructurado en diferentes equipos y había más de 70 jugadores que pertenecian a la entidad. A todos ellos e incluso a los socios del club, Míster Pentland les dio un curso rápido de las reglas que regian el deporte rey y les enseñó la forma correcta de atarse las botas. Le apodaron "El bombín" porque siempre vestía este tipo de sombrero británico, al igual que era corriente verle con un puro en la boca. Sucedió en el cargo a otro entrenador inglés, Billy Barnes, cuya marcha causó un trauma pues había conquistado con anterioridad cuatro Copas. Él había impuesto un estilo de juego rápido y pases largos, mezclado con balones de extremo a extremo y con chutadores rápidos en el frente de ataque. A su llegada preguntaron a Mister Pentland cual era su idea y éste sin titubear contestó "Yo trato de enseñar a mis jugadores el fútbol que se practica en la Primera División inglesa". La plantilla estaba inmersa en un proceso de renovación y a la falta de calidad tecnica se le juntaba un pésimo trato a la pelota. Intentó solucionarlo aunque dadas las carencias de los jugadores en este primer periodo su estilo fue más efectivo que dogmático. Un claro ejemplo fue la final de Copa de 1923 celebrada en Les Corts ante el Europa. Con un planteamiento ramplón el Athletic defendió con uñas y dientes su porteria y después de que Travieso hiciese el 1-0, se encerraron en el área para aguantar el resultado. Al finalizar el encuentro uno de sus jugadores le tiró el bombín al suelo y empezó a pisarlo hasta dejarlo inservible. Se convirtió en una tradición y en títulos posteriores la costumbre siguió sin que a Mister Pentland le molestase, claro ejemplo fue que justo antes de terminar un partido llegó a dirigirse al bombín y exclamó “Amigo mío, qué poca vida te queda”. No se consiguieron más trofeos en esta etapa pero si es recordado por otras enseñanzas no vistas hasta la época como sus métodos de entrenamiento. Normalmente tenían lugar los martes y los viernes, en horario estricto y en ellos utilizaba porterias móviles para no dañar las áreas de cara a los partidos del fin de semana. Además hizo hincapié a sus futbolistas a tirar a puerta con la puntera o el empeine del pie. Otra faceta destacada de Mister Pentland eran sus famosas frases con las que deleitaba a los jugadores, algunas de aquellos años son las siguientes:
- "El respeto del jugador se debe ganar demostrándole que se sabe más que ellos, no por exceso de severidad".
- "Pido a los jugadores que pongan el corazón en el juego por el honor de su hermosa tierra, por sus directores, prensa y público y por el gran juego del foot-ball".
- "Athletic no hay más que uno". 
- “Los verdaderos equipos de fútbol, como los caracteres, se forman en las derrotas, no en los éxitos”. 
"Cuando se pierde, poco hay que decir y menos cuando se gana"

 


Abandonó el Athletic de Bilbao en 1925 y se trasladó a Madrid para coger las riendas del Atlético de Madrid. Estuvo un sólo curso pero guió a la escuadra colchonera a la final de Copa con sede en Mestalla de 1926 en la que fueron derrotados en la prórroga por el F.C.Barcelona. A continuación firmó por el Real Oviedo donde es sobretodo recordado por los consejos que dio a "Trucha" para lanzar las penas máximas. El ritual consistía en que el lanzador se colocaba inicialmente entre la portería y el balón, y una vez de espaldas al arco, corría, se daba la vuelta y disparaba para regocijo de todos los aficionados. La suerte no le acompañó en esta aventura y en 1928 regresó a Madrid para entrenar al Atlético y convertirse en asesor del Seleccionador español José Maria Mateos. Su ayuda fue fundamental para obtener la victoria en el partido amistoso contra Inglaterra en el estadio Metropolitano de Madrid por 4-3 y que supuso la primera derrota del combinado inglés fuera de las islas británicas. Con anterioridad había entrenado al equipo nacional en los Juegos Olímpicos de Paris en 1924 y más tarde repitió en dos enfrentamientos con Checoslovaquia e Italia en 1930.

SEGUNDA ETAPA EN EL ATHLETIC DE BILBAO

La segunda estancia en el equipo bilbaino tuvo lugar desde 1929 a 1933 y se caracterizó por ser prolífica en títulos y por las variantes tácticas que innovó Mister Pentland desde el banco. El nuevo presidente Manuel Castellanos le contrató por un salario de 12.000 pesetas al año y bajo su mando llegaron sendos dobletes de Liga y Copa en 1930 (invictos en el torneo liguero) y 1931 y las Copas de 1932 y 1933 que otorgaron al club vasco la propiedad del trofeo. De aquellas temporadas son recordados dos encuentros que han quedado para la historia de la entidad. A comienzos de 1931, bajo su mando, endosaron una severa derrota por 0-6 al Real Madrid y semanas más tarde consiguieron la mayor goleada de la competición hasta el momento, cuando apabullaron por 12-1 al F.C.Barcelona en una gran tarde de Bata que anotó 6 goles. La plantilla del Athletic era extraordinaria en cuanto a nombres y calidad y en ella figuraban entre otros el portero Blasco, los defensas Castellanos y Urquizo, los medios Muguerza o Cilaurren o un poderoso ataque conocido como "La delantera mítica" compuesta por Lafuente, Iragorri, Bata, Chirri y Gorostiza. Los cambios tácticos realizados por Pentland fueron decisivos para el buen funcionamiento del conjunto durante estas temporadas. Tenía una gran fijación por la ocupación correcta de los espacios, primero con el 2-3-5 y luego con 2-5-3. Todo debía de estar en su sitio para que funcionase como un reloj. A partir de ahi daba libertad a sus jugadores aunque les exigía un juego rápido y atrevido. Un ejemplo eran los extremos a los que comentaba, "El extremo no debe pasar sino centrar. Sólo debe pasar cuando está muy adelantado respecto a sus compañeros" y además les remarcaba que "La paciencia es la virtud principal del extremo". Suya también fue la idea de cambiar a los extremos de banda para que el jugador aprovechase su velocidad y técnica y hacer incursiones en diagonal en lugar del desborde tradicional. Amante de la superioridad en el centro del campo ordenó bajar a los interiores para jugar más cerca de los medios y crear así una poderosa línea de 5 jugadores. Tenía devoción por algunos de sus pupilos a los que dedicó frases y comentarios brillantes. Por ejemplo de Chirri II decía "Hay jugadores que tienen que jugar para los demás y otros a los que hay que dejar jugar. No hay que cortarles la iniciativa". O del extremo Guillermo Gorostiza al que dedicó lo siguiente: "Yo no le tuve que decir nunca nada. Goros, mejor jugador del mundo. Individualista, fenómeno. Cuando avanzaba, ni él sabía lo que iba a hacer. ¿Cómo se lo iba a indicar yo?". Pentland era un tipo de té a las 5 de la tarde, elegante y algo peculiar que llegaba en ocasiones a los entrenamientos en camión e incluso se ofreció para el cargo de director de la banda de música de la ciudad. Se marchó en 1933 tras no llegar a un acuerdo para la renovación y con una cita para la posteridad: "Es el momento de marcharme. Los jugadores ya son demasiado amigos míos". Dejó una institución consolidada en el profesionalismo y un legado que aún continúa vigente en la ciudad por su forma de ver y sentir el fútbol.

Pentland se abraza a Lafuente al concluir la Liga de 1931

ÚLTIMOS AÑOS

Regresó al Atlético de Madrid en 1933 por tercera vez y le dirigió hasta poco antes del estallido de la Guerra Civil española. En aquel curso el equipo madrileño se encontraba en Segunda pero bajo la dirección de Pentland se logró el ascenso al finalizar como subcampeón de la categoria. El plantel disponía de buenos jugadores como los jovenes Mesa y Gabilondo, el medio Marculeta, su ex-pupilo en el Athletic Ramón Lafuente o el goleador Elicegui. Sin embargo los resultados no fueron los esperados y tras acabar en mitad de la tabla en 1935, una dura derrota en Les Corts ante el F.C.Barcelona por 5-1 en Noviembre le costó el puesto. Por deseo de la directiva siguió en el club en calidad de funcionario, realizando trabajos relacionados con su especialidad hasta que tras el comienzo del conflicto bélico en 1936 volvió a Inglaterra. Allí dirigió durante un par de años a su último club, el Barrow A.F.C. En 1959 el Athletic de Bilbao le preparó un gran homenaje con la celebración de un partido ante el Chelsea. Mr.Pentland pisó por última vez la capital vizcaina y recibió una medalla por los servicios prestados. Falleció tres años después, el 16 de Marzo de 1962 en Lytchett Matravers (Inglaterra).

PALMARÉS

Jugador

Queens Park Rangers
- Southern League 1907-1908

Selección de Inglaterra
- Campeonato Británico 1909

Entrenador

Athletic de Bilbao
- 2 Ligas 1929-1930, 1930-1931
- 5 Copas del Rey 1923, 1930, 1931, 1932, 1933
- 5 Campeonato de Vizcaya 1923-1924, 1924-1925, 1930-1931, 1931-1932, 1932-1933

Atlético de Madrid
- Campeonato Regional Centro 1927-1928 




La figura de Patrick O'Connell va unida a la de Fred Pentland sobretodo por dos entidades históricas: el Racing de Santander y el Real Oviedo. El técnico irlandés dirigió a ambos equipos un par de temporadas después de que Míster Pentland hiciese las maletas, aunque su recuerdo, su prestigio y su huella permanecían inalterables. O' Connell desarrolló su carrera en los banquillos principalmente en España, donde estuvo casi treinta años entrenando al Real Betis en tres ocasiones, F.C.Barcelona o Sevilla, además de los ya nombrados Racing de Santander (en dos etapas) y Real Oviedo. En su librillo como técnico destacaban tres pilares fundamentales: la aptitud, la disciplina y el trabajo en equipo. Esto supuso un cambio para los jugadores españoles de la época tanto dentro como fuera del campo. En concordancia al fútbol que había jugado en las Islas, O'Connell proponía un fútbol muy físico y de choque, basaba su estilo en la fortaleza del conjunto, la rapidez y la verticalidad. Además instauró una original estrategia cuando se implantó una nueva regla del fuera de juego al poco tiempo de su llegada. Ensayó y perfeccionó con mucho ahínco el movimiento hacia adelante de toda la línea defensiva cuando el pasador rival se disponía a realizar el pase, de esta forma al recibir el delantero el balón ya se encontraba en posición incorrecta. Sus entrenamientos tenían algo de paralelismo con los realizados por Mister Pentland. El balón no era protagonista y a lo sumo lo veían una vez a la semana. O' Connell declaraba que si había mucho contacto con la pelota "podría enviciarles el juego, amanerarles el estilo". Hay que tener en cuenta también que en los años 20 y 30 los medios de transporte no eran los actuales, se salía el viernes de la ciudad para jugar el domingo y se regresaba a los entrenamientos como muy pronto los martes. El míster además era un hombre que estaba pendiente de todos los detalles, algún ex-jugador suyo como Larrinoa contaba que cambiaba personalmente los tacos de sus botas dependiendo del estado del césped o que cuando había que salir a atender a un jugador ayudaba a los masajistas en su tarea.

TRAYECTORIA COMO JUGADOR

Sus inicios con una pelota de fútbol tienen lugar en su país, Irlanda, cuando el era un crio. Jugó en el Frankfort y en el Stranville Rovers de Dublín hasta que se marchó en 1908 al Belfast Celtic. Cruzó el mar para enrolarse en las filas del Sheffield Wednesday donde estuvo tres temporadas y a continuación se marchó al Hull City. En 1914, tras dos cursos con los Tigers tuvo el punto de inflexión de su carrera con el fichaje por el Manchester United por 1000 libras. O'Connell nacido el 8 de Marzo de 1887 en Dublín, era un defensa central que adaptado al juego moderno sería un mediocentro defensivo, muy potente físicamente, vigoroso y con un disparo demoledor. En su segundo curso con los diablos rojos ya fue capitán de la escuadra y en Febrero de 1915 se vio envuelto en un escándalo de apuestas deportivas. Se debian enfrentar al Liverpool en la Liga y aquel duelo acabó siendo conocido como The fixed match (el partido amañado). Varios futbolistas de los dos equipos quedaron en un pub de Manchester y acordaron que el resultado del encuentro iba a ser 2-0, cuando en aquel instante la apuesta se pagaba 8 a 1. El dia del partido, el Viernes Santo de aquel año, el marcador reflejó un 2-0 que pudo haber cambiado de no ser porque O'Connell falló estrepitósamente un penalti. El pacto salió a la luz y se castigó a varios de los implicados a perpetuidad, O'Connell sin embargo fue uno de los que salió airoso de las sanciones impuestas. Durante su estancia en Manchester trabajaba en la fábrica de coches Ford en verano y al iniciarse la I Guerra Mundial fue cedido al Clapton Orient, Rochdale y Chesterfield, abandonando definitivamente la entidad red en 1919 con destino Dumbarton. Allí en el conjunto escocés sólo estuvo una campaña y después de militar dos temporadas en el Ashington inglés colgó las botas. Su carrera internacional con la Selección irlandesa se resume en 6 encuentros entre 1912 y 1919. Hizo su debut en una abultada derrota ante Inglaterra por 1-6 en el Dalymount Park de Dublín pero el partido que marcó su recorrido con los Boys in green fue el celebrado frente a Escocia en el Campeonato Británico de 1914. El combinado irlandés ya había perdido a un jugador por lesión cuando O'Connell se fracturó un brazo al caer en mala postura tras un encontronazo. El entrenador le dijo que se saliese del campo pero él se negó y con un vendaje poco ortodoxo que le sujetaba el brazo continuó sobre el césped. Con una movilidad muy limitada, sólo despejaba los balones que se le aproximaban y de esta forma contribuyó al empate final que les dio el título. El encuentro titulado al dia siguiente por la prensa como "El partido de los nueve hombres y medio" es un hito en su país y le aupó a la categoría de héroe por todos sus compatriotas. Vistió por última vez la zamarra irlandesa precisamente frente a los escoceses en un enfrentamiento que finalizó con victoria en 1919.

DEBUT COMO TÉCNICO

La primera toma de contacto con los banquillos se produjo en 1921 en su segunda campaña en el Ashington donde compatibilizó el cargo de entrenador/jugador. En aquel entonces el equipo inglés militaba en la Tercera División Norte y de la mano de O'Connell sufrieron grandes y positivos cambios para la institución. Influyó en la llegada de jugadores importantes como Knowles del Manchester United, Thompson del Leeds o Foster del Sunderland y en el aumento de capacidad del estadio que llegó a los 20.000 asientos. La campaña la finalizaron en décima posición pero tanto la directiva como los hinchas estaban encantados con la labor del irlandés. O'Connell en cambio tenía otros planes más drásticos y abandonó el club, el país y a su esposa y cuatro hijos con destino España.

RECORRIDO EN LOS BANQUILLOS ESPAÑOLES

Llegó en barco a Santander procedente de Inglaterra  en 1922 y tomó las riendas del Racing. O'Connell que conocía la labor realizada por Pentland unos años antes decidió darle continuidad. Pronto su prestigio y el del Racing comenzó a subir muchos enteros en el país gracias al trabajo de formación que realizó. También encontró el amor y la estabilidad sentimental en la figura de Ellen, una irlandesa, católica e institutriz de los hijos del rey de España, Alfonso XIII, con la que contrajo matrimonio. En sus primeras campañas en el cuadro cántabro se apoyó en Santiuste y Naveda para tirar el fuera de juego, en una plantilla donde también figuraban Pagaza (plata en Amberes 1920 con la Selección española) u Óscar Rodríguez. Los buenos resultados fueron la tonica general y a las vitrinas de la institución santanderina llegaron 5 Campeonatos Regionales, mostrándose muy superiores a sus rivales de la época, la Gimnástica Torrelavega, la Unión Montañesa o el Unión Club El Astillero. En 1928 tuvieron que disputar un torneo clasificatorio para conseguir una plaza en la recién creada competición liguera. Superaron a Valencia, Betis y Sevilla y se convirtieron en uno de los equipos fundadores de la Liga española. Para el encuentro de la primera jornada ante el F.C. Barcelona O'Connell sacó la siguiente alineación que ha quedado para la historia de la entidad cántabra: Raba, Santiuste, Gacituaga, Torón, Baragaño, Larrinoa, Santi Zubieta, Loredo, Óscar, Acebo y Amós. La temporada fue muy mediocre y finalizaron en último lugar de la clasificación. En la promoción se encuentraron de nuevo al Sevilla, en la ida caen por 2-1 pero en la vuelta el 2-0 logrado en los campos de Sport les mantiene en la máxima categoría. En el verano de 1929, O`Connell es despedido porque según su versión "insistía en poner de interior izquierda a Larrinaga cuando la afición consideraba que era un manta". Firmó por el Real Oviedo que entonces se encuentra en Segunda División y permanece durante dos campañas. Allí él puso en marcha la considerada primera "delantera eléctrica" compuesta por Gallart, Casuco y Lángara a la que se unirian ya sin O'Connell en la parcela técnica Gale e Inciarte. Su empeño en colocar al genial delantero de Pasajes como delantero centro le costó el puesto ya que a su llegada Lángara jugaba como interior. Regresa a Inglaterra en 1931 para tomarse un descanso que sólo duraria un año pues el Betis Balompié que acaba de ascender y su presidente Antonio Moreno le ofrecen un contrato para el curso 1932-1933. Su aterrizaje en Sevilla no fue sencillo al tener a buena parte de la afición en contra de su fichaje por haberse desprendido el club verdiblanco de Emilio Sempere, el técnico del ascenso. O'Connell cambia la tendencia rápidamente por su buen hacer, su socarronería y el concepto de fútbol que propone. En Sevilla hispanizan su nombre y allí le comienzan a llamar "Don Patricio". El rigor y la alta exigencia que pide en los entrenamientos se nota luego en los partidos y el plantel va adquiriendo experiencia en las temporadas de 1933 y 1934. El gran éxito llega con la consecución de la Liga en 1935, hito que en el conjunto de Heliópolis no se ha podido igualar hasta la fecha. La defensa es parte fundamental de este logro y como muestra son los 19 tantos que convirtieron a Urquiaga en el portero menos goleado. El alirón se produjo en la última jornada y frente a su primer equipo en España, el Racing de Santander. O`Connell fue al hotel donde se hospeda el Racing y preguntó a varios de los jugadores: "Vosotros ya no os jugáis nada. Mañana no os mataréis para ganarnos ¿no?" a lo que algunos respondieron "Lo siento míster. El Madrid quiere que ganemos y nuestros presidente Jose María de Cossio, que es un fan madridista, nos ofrece 1.000 pesetas de prima a cada uno si vencemos". Finalmente el duelo tuvo poca historia pese a la "motivación" santanderina y el Betis se impuso por un claro 0-5. Aquel sábado con la Feria de Abril en pleno auge, el Betis lograba el trofeo liguero de la mano de este once: Urquiaga, Areso, Aedo, Peral, Gómez, Larrinoa, Saro, Adolfo, Unamuno, Lecue y Caballero. 



Liga con el Betis en 1935

Al finalizar el curso pasó unos días en su Irlanda natal y allí recibió una suculenta oferta del F.C.Barcelona. O`Connell no se lo pensó y voló a la ciudad condal. La temporada de su estreno no fue buena y al quinto lugar en Liga hay que añadir la derrota en la final de Copa ante el Real Madrid en Mestalla, recordada por la magnífica parada de Ricardo Zamora a disparo de José Escolá en los últimos instantes del duelo. Esa campaña había traído consigo del Betis al defensa Pedro Areso y para la siguiente hace el mismo trayecto el portero Joaquín Urquiaga, pero fracasa al intentar  la contratación de Serafín Aedo, la pieza restante de su trio defensivo en el equipo verdiblanco. El estallido de la Guerra Civil sorprende a O'Connell en las Islas y aunque el F.C.Barcelona le propone cancelar el contrato, lo rechaza, y decide seguir entrenando al conjunto culé. Se organizan varios torneos regionales como la Liga del Mediterráneo o el Campeonato de Cataluña del que salen vencedores pero en 1937 se marchan a realizar una gira por Norteamérica. Eran tiempos difíciles, el club tenía grandes dificultades económicas y por ello aceptan la invitación de Manuel Mas Soriano, un ex jugador de baloncesto mexicano, para disputar partidos por México y Estados Unidos a cambio de 15.000$, una importante cifra por entonces. La gira que tenía previsto durar dos semanas, duró dos meses, tiempo en el que la entidad azulgrana recibió críticas favorables por su comportamiento dentro y fuera del campo. El secretario del club Calvet ingresó el dinero obtenido en una cuenta bancaria de París para evitar que cayese en manos fascistas y regresaron a España. En el viaje de vuelta sólo volvieron cuatro jugadores además de O'Connell, Calvet, el masajista Ángel Mur y el médico del equipo Amorós. A su llegada, O'Connell se marchó de Barcelona al mismo tiempo que le acusaban a él y al club catalán de colaborar con el bando republicano, librándose el míster de la ejecución por la afición del General Franco al deporte rey, según cuenta la leyenda. Tras acabar la Guerra Civil dirige al equipo durante unos meses pero es destituido por los malos resultados. Abandona la institución en 1940 pero deja un poso de salvador del club en sus momentos más complicados que años después es recompensando con un busto que se encuentra en el museo culé. 


En su estancia en el F.C.Barcelona

Retorna a la capital hispalense de la que dice que "es un lugar donde la gente vive como si se fuera a morir esta noche" y se instala en la Calle Progreso nº 29. Firma por el Betis que se encuentra en Segunda y aunque el primer año no consiguen subir si lo hace en el curso de 1941-1942 al liderar la tabla clasificatoria y la liguilla de ascenso. Para sorpresa de muchos, sobretodo de la afición bética, cambia de acera y se va al eterno rival, el Sevilla. Realiza una gran labor en una escuadra donde destacan el portero Busto, el centrocampista Alconero o la delantera "Stuka" con López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal y el polivalente Torrontegui para suplir a Pepillo. Logra un subcampeonato en 1943 y un tercer puesto en 1944 que presagian algo grande unos años más tarde ya con Ramon Encinas como entrenador. A pesar de estos resultados la hinchada es recelosa por su pasado bético y tras una mala campaña en 1945 sale del club por la puerta de atrás. Los rumores de una posible vuelta al Betis son incesantes pero no es hasta el curso 1946-1947 cuando se hace oficial. El inicio es esperanzador pero con el paso de las jornadas el equipo no levanta cabeza y es cesado a falta de una jornada. El último equipo al que entrena es el que le dio fama y popularidad en España, el Racing de Santander. Por entonces en Tercera, se logra el título de la división y se asciende a Segunda pero una pésima racha le lleva a ser destituido durante el curso 1948-1949. Con 62 años, de los cuales 45 dedicados al balompié pone punto y final a su larga y extensa vida deportiva. Durante toda su andadura española, O`Connell envió giros postales con dinero a su antigua familia en Manchester. Sus hijos sólo conocían al padre mediante fotografias pero eso no fue impedimento para verle como un héroe. Casualmente la Selección española viaja en 1949 a tierras irlandesas para enfrentarse con los chicos de verde en un enfrentamiento que encumbró a "Piru" Gaínza como el "Gamo de Dublín. Uno de los hijos de O`Connell, Daniel, se acercó a la delegación hispana para preguntar por su padre y si le conocían. El entonces Seleccionador Guillermo Eizaguirre le contestó afirmativamente y le indicó que residía en Sevilla. Viajó unos meses después y O`Connell le citó en el Parque de María Luisa. El recibimiento fue frio y el técnico estaba más preocupado por la marcha del Manchester United que por su antigua familia. O´Connell le explicó su experiencia en Sevilla, sus títulos o su visión de España: "es como un partido de fútbol en el que los dos equipos intentan comprar al árbitro". Daniel fue presentado en sociedad como su sobrino y en ese momento el joven entendió que O`Connell había rehecho su vida y no iba a volver con su antigua mujer que aún le amaba y sus vástagos ingleses. Recibió en 1954 un cálido homenaje por parte del Real Betis en un encuentro ante la Selección Andaluza en el estadio Heliópolis y poco más se sabe de su vida a partir de entonces. Regresó a Inglaterra, vivió un tiempo con su hermano y acabó sus dias en la indigencia en una pensión oscura y destartalada cerca de la estación de St.Pancras en Londres, hasta su fallecimiento a los 71 años el 27 de Febrero de 1959.


PALMARÉS

Jugador

 Selección de Irlanda
- Campeonato Británico 1914

Entrenador

Racing de Santander
- 5 Campeonatos de Cantabria 1923-1924, 1924-1925, 1925-1926, 1926-1927, 1928-1929

Real Betis
- Liga 1934-1935

F.C.Barcelona
- 2 Campeonatos de Cataluña 1935-1936, 1937-1938 
- Liga Mediterránea 1937
- Liga Catalana 1937-1938
 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Severino Minelli "El kaiser helvético"


Uno de los mejores jugadores suizos de la historia y según la opinión de los que le vieron jugar un adelantado a su tiempo. Capitaneó a Suiza en dos Mundiales y la IFFHS le nominó entre los 100 mejores jugadores europeos del siglo XX. Nacido el 6 de Septiembre en Kusnacht (Suiza), fue un defensa rápido, inteligente, fuerte físicamente y de enorme regularidad. Dotado con gran resistencia y técnica sacaba la pelota jugada desde atrás y golpeaba el balón de forma excelente con ambas piernas.

Minelli con el alemán Szepan
Inició su carrera en el Servette FC cuando contaba con 19 años y allí en la temporada 1929-1930 lograría el primer titulo de su palmarés. El conjunto de Ginebra venció en el campeonato suizo tras superar en la liguilla final al Grasshopper y el FC Biel-Bienne. "Los Granates" culminaron una gran temporada después de haber terminado en segundo lugar del torneo de la Suiza Occidental y obtener cuatro victorias y ninguna derrota en la fase final de la Liga. Unos meses más tarde hizo las maletas y fichó por el Grasshopper, el equipo donde jugaría la mayor parte de su trayectoria. Pronto se hizo un ídolo de la hinchada y los triunfos no tardaron en llegar. En la temporada de su estreno conquistaron la Liga al superar al Urania Ginebra Sport y un año después sería la Copa la que llegase a las vitrinas del club, de nuevo tras sucumbir en la final el Urania por 5-1. En 1934 tras dos años de sequía volvían a hacerse con la victoria en el torneo copero por 2-0 frente al Servette al mismo tiempo en que la Liga se resistía una temporada tras otra. No fue hasta 1937 cuando el cuadro zuriqués logró un histórico doblete de Liga y Copa que sólo se había conseguido diez años antes. En la competición de la regularidad aventajaron en 7 puntos al Young Boys mientras que en la Copa endosaron un tremendo 10-0 al Lausana Sports en la final. Aquella escuadra entrenada por Karl Rappan estaba compuesta por una mayoría de jugadores de la Selección suiza como Alfred Bickel, Willy Huber, Oscar Rauch, Hermann Springer, Sirio Vernati o el propio Minelli y tenían una manifiesta superioridad sobre el resto de contrincantes. Los entorchados seguían cayendo de su lado y a la Copa de 1938 ante el Servette tras un replay hay que añadir la Liga de 1939. La década de los 40 se inició con dos trofeos del KO más en 1940 y 1941 frente al FC Grenchen y Servette de nuevo tras un replay respectivamente. En el curso de 1942 llegó el defensa Willy Neukom y la espina dorsal del plantel continuaba en apogeo. Se obtuvo otro doblete después de ganar en el goalaverage la Liga contra el FC Grenchen e imponerse en la final de Copa al Basilea tras un duelo de desempate (3-2). La última temporada de Minelli en el Grasshopper tuvo lugar en 1943 y no pudo tener mejor despedida, dos nuevos títulos que sumar a su brillante curriculum. El Lugano fue esta vez el que claudicó a su poderío y tras quedarse a nueve puntos en el campeonato suizo también salió derrotado en la final de Copa por 2-1. Minelli firmó por el FC Zurich donde compatibilizó el cargo de entrenador-jugador durante tres temporadas. En 1944 y 1945 se logró por los pelos salvar la categoría pero en 1946 tras ocupar la última posición se bajó a Segunda División. Este hecho hizo optar por la retirada al defensor que colgó las botas con 37 años y abandonó el cargo de técnico en la entidad zuriquesa.


Selección de Suiza 1934
Grasshopper 1937


Con la Selección suiza fue internacional en 80 ocasiones entre 1930 y 1943, una cifra altísima para la época. Debutó en un amistoso ante Suecia en Estocolmo que finalizó con victoria escandinava por la mínima. Un año más tarde disputó su primera competición importante con su país, la Copa del Dr.Gero, torneo que jugaban equipos nacionales centroeuropeos. En la edición de 1931-1932 Suiza finalizó última con 5 puntos en 8 partidos, muy lejos del título que se llevó Austria. En 1933 comenzó otra participación que se alargó hasta 1935 y de nuevo el papel de la Schweizer Nati fue muy pobre al terminar como farolillo rojo de la liguilla con únicamente tres puntos, logrados tras empatar a dos con Checoslovaquia y vencer a Hungría en Zurich por 6-2. En las mismas fechas Minelli fue convocado para los choques que daban un pasaporte destino el Mundial de Italia de 1934. Quedaron emparejados con la potente Yugoslavia, cuarta en 1930 y con Rumania en el grupo 6. Los helvéticos visitaron Belgrado con la imperiosa necesidad de no salir derrotados y obtener un buen resultado. El cuadro plavi se adelantó en el marcador 2-0 y vio la victoria muy cerca, pero una excelente reacción suiza al final del partido le llevó a lograr la igualada a dos con la que acabaría el duelo. En el siguiente enfrentamiento ante Rumania en Berna también se obtuvo un empate a 2, aunque días después dada la alineación ilegal de Iuliu Baratky se dio el partido ganado a Suiza por 2-0, lo que le clasificaba para la Copa del Mundo. En tierras italianas el sorteo les deparó como contrincante a Holanda en primera ronda. En un conjunto donde además de Minelli destacaban Andre Abegglen, Leopold Kielholz o el arquero Frank Sechehaye se impuso por 3-2 y pasó de ronda. A continuación el rival fue la potente Checoslovaquia de Nejedly, Svoboda, Puc o Planicka que se tomó la venganza del choque en la Copa Dr. Gero y les mandó a casa tras derrotarles por 3-2. El defensa suizo llegó a jugar otra Copa Dr.Gero entre 1936 y 1938 que se declaró inconclusa tras la anexión de Austria a la Alemania nazi. Suiza seguía siendo la escuadra más débil y antes de la suspensión del torneo figuraban en último lugar con un triunfo y un empate. 
El primer día de Mayo de 1938 el conjunto dirigido por el austriaco Karl Rappan viajó a Milán para jugar un partido decisivo valedero para el Mundial de Francia de pocas fechas después. Se enfrentaban a Portugal y el ganador lograría el billete para la Copa del Mundo. Suiza a la media hora ya mandaba en el marcador por 2-0 y sólo un tanto de Peyroteo a falta de 20 minutos llevó la intranquilidad al bando helvético, que finalmente venció por 2-1. En el torneo mundialista los suizos sorprendieron a todos los aficionados y no precisamente por su buen juego. Su entrenador Rappan ideó la mítica táctica del "catenaccio" en esta edición, una variante que nadie había visto hasta entonces. En aquel momento cuando lo normal era jugar con 5 delanteros, el mister austriaco decidió prescindir de uno de esos hombres y situarlo por detrás de la línea defensiva, pendiente del atacante que sobrepasase a sus baluartes. El sistema se empleó en el primer partido del torneo que les emparejó con Alemania. El enfrentamiento concluyó empate a 1 y cinco días después tuvo que repetirse el duelo. Esta vez los suizos repitiendo la misma formación apabullaron a los teutones por 4-2 y se presentaron en cuartos. Allí les esperaba Hungría que les eliminó al ganar por 2-0 en un encuentro en el que Minelli estuvo en el banquillo. La II Guerra Mundial que estalló en 1939 no impidió que Suiza (país neutral en el conflicto) continuase disputando partidos y Minelli tuvo la oportunidad de seguir vistiendo la zamarra roja hasta 1943. Su último encuentro se celebró precisamente ante el mismo rival y en el mismo estadio que le había visto debutar trece años antes, Suecia y el terreno de juego de Rasunda. Para completar las casualidades el choque se decidió por 1-0 a favor de los suecos como ocurrió antaño.

En 1949 se incorporó al staff de la Selección suiza junto con Gastón Tschirren y Franco Andreoli. Allí permaneció hasta 1951, estando presente en el Mundial de Brasil donde el equipo nacional cayó en la primera fase tras ser terceros en el grupo que compartía con Brasil, Yugoslavia y México.

En 1983 fue elegido miembro de honor por la Asociación Suiza de Fútbol.

Falleció el 23 de Septiembre de 1994 a los 85 años de edad.


lunes, 4 de noviembre de 2013

Gilberto Yearwood "Talento catracho"


Considerado el mejor jugador de la historia de Honduras fue el tercer catracho en jugar en la Primera División de la Liga española tras Zuazo (Elche) y Cardona (Elche y Atlético de Madrid). Además abrió el camino a la llegada de varios compatriotas después del Mundial del 82 como fueron Figueroa al Murcia, Costly al Málaga, Arzú al Racing, Maradiaga al Tenerife o Zelaya al Deportivo de la Coruña. Nacido el 15 de Marzo de 1956 en San Pedro Sula (Honduras), fue un defensa líbero que también podía desempeñarse como centrocampista. Elegante y muy fuerte, sacaba el balón jugado desde atrás y era poderoso en el juego aéreo. Además anotó muchos goles de falta gracias a su potente disparo. Se le conoció cariñosamente con el apelativo de el "Vikingo".

Comenzó jugando en el Alacranes de San Pedro Sula y a continuación en el Colegio "La Salle" de la misma localidad. Poco tiempo después fichó por el Real España con el que debutó en la Liga nacional de su país. En sus tres primeras temporadas con el conjunto aurinegro conquistaron el trofeo de la regularidad mostrándose muy superiores a todos sus rivales. En 1974 vencieron por 1-0 al CD Motagua, un año después hicieron lo propio con el CD Olimpia y en 1976 de nuevo superaron al CD Motagua por un global de 4-1. Con 21 años decidió cruzar el charco y se marchó a jugar a Europa, concretamente a las filas del Elche CF en España. En el cuadro ilicitano que dirigía el argentino Roque Olsen y contaba con Esteban, Casuco, Benítez, Félix, Montero o Sitjá se estrenó en Liga ante el Racing de Santander, un curso donde fue un fijo en el once pero en el que descendieron a Segunda tras ocupar el penúltimo lugar. En la categoría de plata del fútbol español buscaron con ahínco el ascenso en una entidad inestable por la que pasaron en dos años los técnicos Manuel Moruca, Heriberto Herrera, Juan Carlos Lezcano o Arsenio Iglesias. En 1979 se finalizó en quinta posición a dos puntos de los puestos promoción directa y en 1980 se quedaron a una victoria del Osasuna que fue el último equipo que logró subir. El papel de Yearwood en el plantel fue muy importante y escuadras de superior categoría se fijaron en él. Durante el verano se interesaron Real Zaragoza, Real Madrid o Real Valladolid por sus servicios y finalmente fue la institución blanquivioleta quien obtuvo el traspaso por 600.000$. Rápidamente se hizo con un puesto en un cuadro vallisoletano dirigido por Paquito y que contaba en sus filas con el portero argentino Fenoy, el centrocampista Moré, el polivalente Gail o el ariete Rusky. No se pasaron apuros para mantenerse en Primera y acabaron en mitad de la tabla a muchos puntos de los puestos de peligro. La temporada siguiente su papel siguió siendo clave repitiendo los 3 goles de la campaña anterior, lo que ayudó al Valladolid a rozar la clasificación para la Copa de la UEFA. Tras el Mundial de 1982 y la llegada como mister de Felipe Mesones se auguraban un curso en el que explotaría todas sus condiciones de las que ya había dado buena cuenta en la Copa del Mundo. Pieza insustituible todo se torció en la jornada 6 ante el Valencia. En el encuentro celebrado en Mestalla se produjo la temida triada y la temporada acabó para el hondureño. En el verano de 1983 dejó Pucela y firmó por el Tenerife que militaba en Segunda. Allí fue tercer máximo goleador del plantel por detrás del veterano Rubén Cano y de Agustín Lasaosa y certificó su total recuperación de la rodilla. Sólo duró un año en el equipo insular y para la campaña 1983-1984 fichó por el Celta de Vigo. Dirigidos por Félix Carnero era el extranjero del equipo junto con el uruguayo Contreras. Además en aquella plantilla viguesa destacaban el arquero Javier Maté, Atilano, Alvelo, Arteaga o Pichi Lucas en una temporada en que subieron a la élite del fútbol español al acabar terceros con 48 puntos, por detrás de UD Las Palmas y Cádiz. Sin embargo el "Vikingo" no les acompañó en la aventura por Primera y se fue a jugar al equipo que le trajo a España, el Elche. De nuevo con Roque Olsen en el banquillo y el sueño del ascenso disputó sus dos últimas temporadas en suelo español con el cuadro ilicitano. Compartiendo vestuario con Sánchez Lorenzo, Boria, Paco, Claudio Barragán, Trobbiani o Miguel Recio la suerte les fue esquiva y por muy poco lograron el objetivo. En 1985-1986 el Mallorca les superó por un sólo punto y en el curso posterior fueron seis los puntos que les separaron del Logroñés. En 1987 y tras casi diez años por España volvió a su país para militar en el Real España. Permaneció sólo unos meses y se enroló en las filas del CD Motagua. A comienzos de los 90 sopesó la oportunidad de jugar en otros países centroamericanos como Costa Rica o El Salvador pero continúo en su patria fichando por el CD Olimpia de Tegucigalpa. Con "Los Albos" completó su magnífico palmarés con el título liguero de 1992 tras superar a Petrotela. Se retiró de los terrenos de juego en 1994 cuando contaba con 38 años.

CD Tenerife 1982-1983
Real Valladolid 1980-1981

Selección de Honduras 1982

CD Olimpia 1990
Celta de Vigo 1984-1985
Elche 1986-1987

Con la Selección de Honduras fue internacional en 46 ocasiones logrando un gol. Anteriormente destacó en categorías inferiores y más concretamente en el Mundial Juvenil de Túnez en 1977. El conjunto catracho estuvo a punto de pasar a semifinales y sólo le separó dos puntos de Uruguay que fue quién obtuvo el pase en el Grupo B. Yearwood tuvo excelentes actuaciones llegando incluso a anotar un gol frente a Hungría, algo que no pasó desapercibido para los numerosos ojeadores de equipos europeos que se encontraban en el país magrebí. Con el combinado absoluto su debut no pudo tener una fecha más señalada, el primer partido de Honduras en un Mundial y frente a la anfitriona, España en 1982. Pese a que se les consideraba una perita dulce transcurridos los 90 minutos el mundo del fútbol quedó sorprendido. Se adelantaron muy pronto en el marcador y el equipo español sólo pudo empatar de penalti y tras lanzarlo López Ufarte. El once para la historia que alineó aquel día el técnico José De la Paz fue el siguiente: Arzu, Gutiérrez, Villegas, Bulñes, Costly, Maradiaga, Zelaya, Yearwood, Betancourt, Figueroa, Norales (69' Caballero). En los otros dos duelos de la liguilla empataron a uno frente a Irlanda del Norte y cayeron por la mínima ante Yugoslavia, donde el "Vikingo" fue expulsado a poco del final, lo que les hizo finalizar cuarta posición con dos puntos. Tres años más tarde Yearwood fue un fijo en la fase de clasificación para el Mundial que se disputó en México en 1986. En la fase preliminar eliminaron con claridad a Panamá y en la liguilla hicieron lo propio con El Salvador y Surinam. En la fase final que compartían con Canadá y Costa rica sendas derrotas ante los "Canucks" por 0-1 y 2-1 les impidió lograr el pase para viajar a tierras mexicanas. El siguiente torneo internacional de prestigio al que asistió Yearwood fue la Copa de Oro en 1991. Allí Honduras realizó un gran papel que se tradujo en un subcampeonato. Lideró el grupo A con los mismos puntos que México tras empatar ambos conjuntos y vencer a Canadá por 2-4 y Jamaica por 0-5 con su única diana en la "Bicolor". En semifinales superaron a Costa Rica por 2-0 y en la gran final ante los estadounidenses sólo los penaltis evitaron que alzasen el trofeo. Yearwood marró una de las penas máximas y USA ganó por 4-3 tras anotar Clavijo el penalti decisivo. Los últimos encuentros del centrocampista con la Selección se produjeron en la calificación para el Mundial de Estados Unidos en 1994. De nuevo avanzaron con solvencia hasta el grupo final tras dejar en el camino a Guatemala, Costa Rica y San Vicente y Granadinas. En los encuentros decisivos México se mostró superior y tampoco logró alcanzar la repesca que fue para Canadá. Vistió por última vez la zamarra blanca de Honduras el 2 de Mayo de 1993, en un partido celebrado en el estadio Nacional de Tegucigalpa ante México en el que fueron apabullados por 1-4.

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Posteriormente emprendió su carrera como técnico en la cual sigue inmerso hoy en día. En 1996, el Real Maya le dio la oportunidad de estrenarse en los banquillos y un año después recibió la llamada de la Federación Hondureña para intentar clasificar a la Selección al Mundial de Francia. Junto con su amigo Maradiaga no consiguieron el pase tras caer con Jamaica por 3-0 en Kingston y empatar a cero en casa. Continuó su labor con el Real España en 1998-1999 y luego firmó por el CD Broncos y CD Motagua. Con el "Ciclón azul" obtuvo su primera Liga como técnico al vencer a CD Marathon en el Apertura. En 2001 de nuevo la Federación requirió sus servicios en el hexagonal de la CONCACAF valedero para el Mundial de Japón y Corea del año siguiente. Aunque se luchó hasta el final la derrota en el Azteca ante México les dejó sin ninguna posibilidad de acudir al torneo. En 2003 se convirtió en asistente de Madariaga que había sido contratado como Seleccionador de Guatemala. Con los "Chapines" disputaron otro hexagonal para ganar el pasaporte hacía Alemania 2006 pero se quedaron a cinco puntos de la clasificación directa y a dos de la plaza de repesca obtenida por Trinidad y Tobago. Su bagaje como entrenador en solitario siguió desde 2006 entrenando a CD Marathon, Atlético Olanchano y Real España hasta que le llegó la ocasión de asistir a los Juegos Olímpicos de Pekín con el combinado nacional sub23. Las cosas no funcionaron nada bien y los catrachos volvieron a casa sin victorias, con cero puntos y ningún gol a favor. Desde entonces su trayectoria discurre en Guatemala, donde estuvo dos campañas en Deportivo Xinabajul, otras dos en USAC y en la actualidad prepara a Deportivo Sacachispas.